CLICK EN LA IMAGEN PARA VER LOS RESULTADOS
24 DE SEPTIEMBRE 2011

viernes, 15 de abril de 2011

jueves, 7 de abril de 2011

lunes, 4 de abril de 2011

viernes, 1 de abril de 2011



El oído del caballo
Autor: MVZ Carlos Ignacio Ortiz Espinosa - MVZ Jose Luis Estrada RodríguezNoticias Caballo

Las orejas del caballo no sólo detectan el peligro, sino que indican su temperamento y conducta. En la rutina diaria del manejo con nuestros caballos raramente nos detenemos a revisar problemas con las orejas de nuestros caballos. La oreja del caballo, ahora bien, es una herramienta de comunicación indispensable. El sentido tan agudo del caballo le permite detectar el peligro, comunicarse con otros caballos y es la manifestación de su expresión vocal. La dirección de las orejas imparte un mundo de información. Si miramos cuidadosamente, las orejas revelan el temperamento del animal y nos permiten conocer hacia donde está enfocada su atención.

ESTRUCTURA DEL OIDO

Las orejas del caballo son instrumentos finamente templados diseñados a convertir los sonidos del ambiente en potenciales de acción traducidos por el nervio auditivo. Este nervio está localizado en la base del cráneo, manda la información al cerebro para ser traducido e interpretado. Para colectar los sonidos del medio ambiente, el caballo utiliza su “pinna”, que es un cartílago del meato acústico externo y corresponde a la parte puntiaguda de la oreja. La “pinna” puede rotar para capturar sonidos de todas direcciones. Esta habilidad es debida a que los caballos tienen 16 musculos auriculares que controlan su pinna. Los humanos, en contraste, sólo tiene tres de tales músculos. Después de que el sonido es atrapado por la pinna en el oido externo lo conduce por el canal auditivo al oido medio donde se expresa la audición (mediante la ventana coclear y la membrana timpánica). Las vibraciones son mandadas entonces a los osiculos, una serie de tres huesos pequeños llamados: martillo, yunke y estribo. La estructura básica del oido es la coclea, magnifico transductor, absorve el choque de ondas hidráulicas causadas por las vibraciones del estribo y envia los estimulos eléctricos al nervio auditivo. Este nervio envía los impulsos al cerébro.

EL OIDO EN LA COMUNICACIÓN

La dirección de las orejas del caballo nos indica el foco de su atención (cuando tienen hambre, cuando están enojados, cuando están contentos, cuando están alertas). La posición de las orejas reflejan el temperamento del caballo. Cuando están hacia delante reflejan signos de amabilidad y generosidad. Cuando están hacia atrás reflejan un temperamento malo o de enojo. Las razones por las que los caballos realizan estos gestos cuando tienen hambre o están enojados se remonta tiempos prehistoricos, los caballos adoptaban esta postura para prevenir que sus orejas fueran dañadas durante sus peleas (rivalidades, lucha de lideres, etc.).

EL SENTIDO DEL OIDO

De acuerdo al Dr. Rickye Heffner, profesor de Psicologia de la Universidad de Toledo y especialiste en audición animal, los caballos pueden escuchar sonidos entre 55 Hz y 33.5 kHz, a diferencia del hombre que no puede escuchas sonidos más altos de 20 kHz. A pesar que el equino tiene un oido muy sensible, escuchando sonido de altas frecuencias, su habilidad para localizar la fuente de un sonido no es muy precisa. Ellos pueden solo localizar la dirección general de un ruido, pero no su origen exacto. El hecho de considerar al caballo un animal de “presa”, podría suponerse que ésta característica fuese su punto débil que haría a los caballos salvajes mas susceptibles a ser depredados. Ahora bien, el ojo del caballo, ha evolucionado para suplir ésta falta de destreza en la localización de los sonidos. Los ojos son grandes y redondos para detectar fácilmente a sus depredadores en varias direcciones y a distancia.

Es importante comentar que los sonidos pueden estar asociados a experiencias negativas en su medio ambiente (Un compañero agresivo, una persona hóstil, el sonido de una maquina de rasurar, etc). Por instinto los equinos ponen atención a las vocalizaciones de otros caballos, como mecanismo de adaptación a su medio.

PÉRDIDA DE LA AUDICIÓN

La pérdida de audición en el caballo puede darse debido a la edad, algunos antibióticos, garrapatas y por desordenes genéticos. De acuerdo a Heffner, la edad relacionada con pérdida de la audición es alrededor de los 15 años, pero puede ocurrir si el caballo es expuesto a sonidos fuertes. La pérdida de la audición casi siempre afecta las altas frecuencias, que son particularmente útiles en la localización de los sonidos, es decir, la habilidad para localizar sonidos en un plano vertical por medio de su “pinna”, en éste caso se reduciría. Haffner sugiere si se sospecha de una pérdida de audición, realizar un sonido de silbato fino atrás del caballo cada vez que se le da grano por varios dias y después hacerlo sin darle el grano, si no respondiese podría asociarse a éste padecimiento. Sin embargo, para establecer un buen diágnostico se han empleado Test a base de electrodos colocados sobre la piel de la base del cerebro para detectar actividad eléctrica en la coclea y modelos auditivos. La pérdida de audición puede llevar al caballo a no detectar vehículos u otros animales y poner en riesgo su vida y la del jinete.

Este padecimiento puede presentarse como complicación de distintas infecciones como: Parotitis (Inflamación de la glándula saliva parotida, localizada en la base de la oreja). Enfermedades de las bolsas guturales pueden también causar inflamación en ésta área y ocasionar la pérdida de la audición. La función de las bolsas guturales, son sacos (grandes divertículos) que se abren dentro de los tubos de Eustaquio del oído interno. Éstos sacos al comunicarse con la faringe están expuestos a infecciones del tracto respiratorio alto y en su defecto acumulan pus. Hongos pueden también invadir las bolsas guturales, causando dolor en el área de la parótida presentando descarga nasal purulenta, inflamación del cuello y una postura anormal de la cabeza.
10 DE ABRIL 2011
27 MARZO 2011